domingo, 22 de julio de 2007



Las dos lunas brillaban más verdes que nunca y

ella había logrado cortar algunas rosas negras de la casa de junto a la iglesia, faltaba poco para una noche perfecta, solo faltaba una cosa, lo mismo de siempre, faltaba él.

El viento comenzó a tomar fuerza y tambien perfume, que traían los puestos del pueblo, perfume de risas, de juegos, de enojos, de comida y las flores.

De pronto ella de pocos 20 años se tiró al pasto alto y dio un gran suspiro, se quedó ahí por algunas horas tan solo pensando y con una gran sonrisa en sus labios .... entonces el crujir de unos pasos se escuchó y su corazón saltó, giró un poco aún acostada para ver quien era, a lo lejos parecía un hombre grande como lamentandose con la cara entre las manos y sentado en una piedra ella pensó que talvez sufría y ella no debería estar ahí viendo su corazón expuesto; lentamente se levantó y comenzó a alejarse despacio con las flores en la mano y un poco de pasto en el cabello, la cara del hombre seguía oculta, depronto él preguntó:.

Él-¿quién eres?Ella se sorprendió de oir esa voz y aunque no lo podía ver sabía que era él, porque nunca pdría confundir su voz, era él!!

Ella- Nadie, ya me voy, perdón si te molesto.

él subió su cara y la miró, parecía atonito, pero su cara en realidad no mostraba alguna expresión clara, ella sonrió.

Ella- ¿te pasa algo?

Él- no quiero hablar

Ella- entonces ¿por qué no me dejaste ir sin hablar?.

La pregunta no era tonta en realidad, pero él se esforzaba por no contestar que lo que tampoco quería, era estar solo. Bajó la mirada decidido a no hablar, pero ella se acercó y vió sus manos, las manos de las que un día se enamoró así, de repente; entonces se mordió un labio y aunque no sabía lo que él quería, sabía lo que ella quería, sin decir nada se sentó junto a él y lo tomo de la mano...

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