
Historias de Lola (I)
Comenzaré a hablarles de ella; la primera vez que la vi no pensé que todo nos llevaría a este momento; ella era delgada, muy delgada pero con piernas de bailarina, de esas de las que dan envidia, ella, iba tomada de la mano con un muchacho y mientras caminaba por los pasillos de la escuela yo los encontre de frente, la recuerdo más porque llevaba un sueter igual al mio, en ese momento pense que a mi se me veía mucho mejor porque ella estaba bastante flacucha.
Era mi primer dia de trabajo, dar clases nunca me había emocionado mucho, pero me ofrecieron cubrir a una maestra por unos 2 meses mientras se recuperaba de su parto y acepte porque en ese momento no estaba trabajando, justo habían cambiado al director del Centro de rehabilitación en el que había trabajado casi por 5 años y la renovación de personal fue tambien casi completa; entonces el destino me dejó completamente libre y lo suficientemente necesitada para aceptar dar clases de psicología al 6to. Semestre de un bachillerato muy conocido en la ciudad. La materia era muy básica y a mis 26 años había estudiado tanto que podía ser bien reconocida como Doctora, Psiquiatra o Maestra. Al comenzar mi clase la vi de nuevo, con su sueter igual al mio (que me quité antes de clase), y tambien estaba junto al mismo muchacho de antes. Recuerdo que al registrar asistencia nombre a Nuvai Solté y ella contestó –Presente.- y siguió con los ojos en su libro.
No se porque Nuvai me llamo la atención tanto; a veces entre clases la veía sentada sola bajo un arbol, escribiendo, a veces riendo a carcajadas con amigos o comiéndose a besos con el muchacho que se sentaba junto a ella en clase. En alguna forma me recordaba a mí. Un día comenzamos a hablar y ella me compartió algunas cosas personales y me pidió que dejara de llamarla Nuvai y le llamara Lola. Le prergunte porque y simplemente me explicó que era más sencillo y mas "real". En parte lo entendí, pero ¿porque Nuvai no era real?.
2 comentarios:
hello como tas?, well i hope that you have a wonderfull year, this time, i like you see this, or read it
No puede haber
¿dónde la encontraría?
otra mujer igual que tú.
No puede haber, desgracia semejante,
otra mujer igual que tú:
con iguales emociones,
con las expresiones que
en otra sonrisa no vería yo.
Con esa mirada atenta a mi indiferencia,
cuando me salía de la situación.
Con la misma fantasía,
la capacidad de aguantar
el ritmo despiadado de mi mal humor.
Otra no puede haber,
si no existe, me la inventaré;
es la cosa más evidente.
Y me faltan cada noche
todas tus manías aunque,
más enormes eran sin las mías.
Y me faltan tus miradas
por que sé que están allí,
donde yo las puse, apasionadas;
justo sobre tí.
Parece claro que...
es la cosa más evidente,
evidentemente preocupante.
No, otra mujer no creo.
gracias por pasar por aki gelus, una pregunta, tu lo escribiste?? eres niño??
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